miércoles, 19 de noviembre de 2025

RCW 94/95: EL “MURCIÉLAGO CÓSMICO”

RCW 94/95: el “murciélago cósmico”
Nebulosa RCW 94/95, el murciélago cósmico
RCW 94/95, una región de formación estelar en la Vía Láctea austral. Imagen: ESO/VPHAS+ team/VVV team.

RCW 94/95: el “murciélago cósmico”

Por Barthélemy d’Ans – Planetarium María Reiche & Instituto Peruano de Astronomía (IPA)

1.Un murciélago hecho de gas y estrellas

A primera vista, la imagen de arriba parece sacada de una película de fantasía: una gran nube roja, con alas abiertas y cuerpo oscuro, flotando en medio de un campo de estrellas.

Pero no es dibujo ni montaje: es una región real de nuestra galaxia, conocida como RCW 94/95, fotografiada por telescopios del Observatorio Europeo Austral (ESO) desde el desierto de Atacama, en Chile.

La “ala derecha” del murciélago corresponde a la nebulosa RCW 94, mientras que el “cuerpo” está dominado por RCW 95. En conjunto forman una nube gigantesca de gas y polvo interestelar donde están naciendo nuevas estrellas.

Se encuentra en la parte austral de la Vía Láctea, entre las constelaciones Circinus y Norma, en una zona muy rica en nubes y cúmulos estelares. Las estimaciones de distancia la sitúan aproximadamente entre 10 000 y 20 000 años-luz de la Tierra.

2.¿Por qué brilla de rojo?

El intenso color rojo de la nebulosa no es “pintado”: corresponde principalmente a la luz de hidrógeno ionizado (la famosa línea de , muy usada en astrofotografía).

Dentro de las nubes:

  • hay estrellas masivas y muy calientes, recién formadas;
  • emiten gran cantidad de radiación ultravioleta;
  • esa radiación ioniza el gas de hidrógeno que las rodea;
  • cuando el gas vuelve a recombinarse, emite una luz roja característica.

Los “huecos” oscuros que ves en la nube no son agujeros en el espacio, sino densas nubes de polvo que absorben la luz de fondo y dibujan la silueta del murciélago.

3.Un vivero estelar agitado

RCW 94 y 95 forman parte de un gran complejo de formación estelar:

  • RCW 94 está asociada a una envoltura de hidrógeno neutro (HI) en expansión y a una gran nube molecular, señal de que los vientos y la radiación de las estrellas jóvenes están “esculpiendo” el entorno.
  • En RCW 95 se ha identificado un cúmulo estelar incrustado en el infrarrojo, con más de un centenar de estrellas jóvenes concentradas en apenas unos pocos parsecs cuadrados.

Las fuerzas en juego son extremas: vientos estelares, choques de gas, ondas de choque que pueden disparar nuevos brotes de formación estelar en las nubes vecinas… o, al contrario, barrer el gas y frenar el nacimiento de nuevas estrellas.

4.Cómo se obtuvo esta imagen

La imagen combina observaciones de dos grandes telescopios de sondeo de ESO:

  • el VLT Survey Telescope (VST), que aporta la visión en luz visible, destacando el rojo del hidrógeno ionizado;
  • el telescopio VISTA, que observa en infrarrojo cercano y deja al descubierto estrellas que en visible quedan ocultas tras el polvo.

Al combinar visible e infrarrojo se obtiene una imagen “a capas”: por un lado, lo que verían nuestros ojos; por otro, lo que se esconde detrás de las nubes de polvo.

Crédito sugerido si usas la imagen oficial: Imagen: ESO/VPHAS+ team/VVV team.

5.RCW 94/95 en contexto astronómico

El nombre RCW viene del catálogo de nebulosas de emisión del hemisferio sur compilado por Rodgers, Campbell & Whiteoak en 1960.

RCW 94, RCW 95 y una fuente de radio cercana pertenecen al mismo complejo, situado a unos 3 100 parsecs de distancia aproximadamente.

Estudios en infrarrojo han identificado en RCW 95 un cúmulo embebido con al menos un centenar de estrellas jóvenes, muchas todavía envueltas en gas y polvo.

Físicamente, estamos ante un gran complejo H II + nube molecular gigante, donde:

  • las estrellas de tipo O y B ionizan el gas circundante;
  • los frentes de ionización comprimen el gas más frío y denso;
  • esto puede desencadenar formación estelar “inducida” en las fronteras de la burbuja.

6.Rincón para astrofotógrafos

RCW 94/95 no es un objeto trivial para la astrofotografía aficionada, pero es abordable con buen cielo del sur.

Coordenadas aproximadas (J2000):
AR ≈ 15h 55m — Dec ≈ −54°

En la práctica conviene usar un planetario actualizado y buscar por “RCW 94”, “RCW 95” o por el campo que también incluye nebulosas vecinas.

Requisitos básicos:

  • Cielo oscuro del hemisferio sur (latitudes medias ya lo favorecen).
  • Telescopios de campo medio a amplio (por ejemplo, 300–600 mm de focal en sensores APS-C o full frame) para incluir todo el “murciélago”.
  • Filtros:
    • (banda estrecha) para resaltar la emisión nebular;
    • opcionalmente, [O III] y [S II] si quieres una paleta tipo Hubble.

Tiempos de exposición:

Su brillo superficial es moderado; se recomiendan varias horas de integración para sacar bien las estructuras internas. En banda estrecha, son habituales exposiciones unitarias de 5–10 minutos (o más), según cielo y guiado.

Procesado sugerido:

  • Trabajar con una máscara de estrellas para controlar su tamaño.
  • Realzar la estructura de la nebulosa con herramientas de contraste local y reducción de ruido multiescala.
  • Controlar la saturación del rojo para no perder detalle en las zonas más brillantes (ajustes suaves de curvas y saturación selectiva).

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